La subida impositiva frenó en seco el consumo con menos compras en casi todos los segmentos. La facturación de súper e híper cayó en febrero el 1,3%, cuando un año antes crecía el 2,2%.
Aunque el consumidor había aguantado como había podido la crisis, cambiando sus hábitos de compra en los supermercados y eligiendo qué marcas (de fabricante o blancas) quería adquirir según su presupuesto, la subida del IVA el pasado septiembre causó un auténtico trastorno en el consumo, el más fuerte tras el acontecido por el inicio de la crisis. La subida impositiva ha provocado una importante caída del consumo, y solo las marcas blancas están aguantando en chaparrón. Y eso que la mayoría de firmas ha asumido, en parte, la subida del IVA.
El Gobierno de Mariano Rajoy decidió en julio del 2012 un alza del IVA a partir del 1 de septiembre: el tipo general aumentó tres puntos, del 18% al 21%; mientras que el reducido pasó del 8% al 10%. Además, una serie de categorías cambiaron del tipo reducido a estar gravadas con el tipo general, por lo que el crecimiento, en esos casos, fue del 8% al 21%.
Desde el inicio de la crisis, la evolución de los precios había presentado una acentuada caída en los primeros años para una estabilización posterior a partir del 2011, mientras que la demanda presentaba altibajos dependiendo del momento económico (cabe recordar que el consumo de alimentación y bebidas es de los que menos puede caer debido a que las familias necesitan alimentarse).
Fuente: El Periódico 08/04/2013