El 86% de los españoles asegura haber cambiado sus hábitos de compra para ahorrar en los gastos del hogar, un porcentaje que nos sitúa muy por encima de la media europea (65%). Son datos de la Encuesta Global Nielsen sobre la Confianza del Consumidor e Intenciones de Compra, relativa al tercer trimestre de 2012, que indica que el índice de confianza en España ha caído cuatro puntos, doce menos que hace cuatro años y, con un total de 48, se sitúa a la cola de todos los países del mundo, lejos de los 74 puntos del promedio europeo y de los 92 que alcanza la media mundial.
Y es que el 85% de españoles que considera que no es buen momento para comprar aquello que desea o necesita; el 49% dice que es regular, pero el 36% afirma que es directamente malo, frente apenas el 13% que piensa que es un buen momento y un1% que opina que es excelente. Esta consideración negativa sobre las compras es también mayoritaria en toda Europa (el 25% de los europeos cree que es mal momento de comprar, un 45% no lo ve bueno; el 25% piensa que sí es un buen momento; y un 2% lo considera excelente).
Sin embargo, en nuestro país la percepción del gasto y perspectivas a corto y medio plazo son más negras. Basta con echar un vistazo a los resultados. Al 18% de los españoles participantes en el estudio no les queda dinero después de cubrir sus necesidades básicas, al igual que hace un año. Y entre los que les queda, el 41% lo destina al ocio fuera de casa, el 37% a ahorrar; el 29% a ropa, un 25% a vacaciones, el 24% a cancelar deudas y préstamos, el 18% a mejoras en la casa y decoración, el 16% a nuevas tecnologías, el 6% a planes de pensiones y otro 6% a invertir en bolsa o en fondos.
A medida que avanza el año vemos que disminuye la intención de compra de ropa, nuevas tecnologías, y sobre todo la cancelación de deudas y préstamos. Y aún más drástico es el descenso de los que tenían pensado gastarse el dinero ocio fuera de casa.
Las acciones que los españoles han emprendido para ahorrar se centran en: gastar menos en ocio fuera de casa (69%), en facturas de gas y electricidad (65%), en gastos de telefonía (58%), en ropa nueva (56%), en vacaciones y recesos cortos (51%), en comprar alimentos de marcas más económicas (48%); utilizar el coche con menos frecuencia (48%), demorar la adquisición de tecnología más moderna (37%), disminuir las comidas por encargo (35%), eliminar las vacaciones anuales (34%), fumar menos (28%), reducir las bebidas alcohólicas o comprar marcas más baratas (26%), demorar la sustitución de los principales artículos del hogar (25%), realizar menos actividades de ocio en el hogar (19%), y buscar mejores acuerdos económicos en la hipoteca, el seguro, etc (18%).
Es importante destacar que gran parte de los encuestados señalan que mantendrán estas medidas de ahorro cuando la situación económica mejore, sobre todo en lo que se refiere a disminuir las facturas de gas y electricidad, así como las del teléfono. El 49% intentará seguir gastando menos en gas y electricidad, un 28% en telefonía, un 31% utilizará menos el coche, y un 20%comprará alimentos de marcas más económicas. Solamente un 22% mantendría su intención de ahorrar en ocio fuera de casa y un 21% ahorrará en ropa nueva.
Distribución Actualidad 02/11/2012