Los autónomos se muestran descontentos con la liberalización de los horarios comerciales impulsada por el Gobierno. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha denunciado que con esta normativa no sólo no consiguen vender más, sino que además aumentan los costes indirectos.
Este malestar viene motivado por la intención del Gobierno Central de liberalizar más el régimen de apertura de los negocios de cara al próximo ejercicio económico. Así, prevé ampliar los horarios comerciales del mínimo actual, fijado en 72 horas, hasta las 90 horas semanales; aumentar los domingos y festivos de apertura hasta un mínimo de 10 días al año, frente a los ocho vigentes de ahora; y potenciar las zonas de afluencia turística que obligaría a 14 ciudades a establecer un área con libertad de apertura comercial.
Los autónomos advierten de que, desde la liberalización de horarios comerciales, en los últimos años los comercios con menos de trescientos metros cuadrados han registrado caídas en los datos de ventas anualmente; un 6% en los negocios minoristas y un 8% en las grandes superficies desde 2009. Y todo ello a pesar de haber aumentado en más del 10% sus periodos de apertura al público.
Los autónomos se quejan de que la regulación de un régimen de apertura más libre, en especial en festivos, obliga a muchos establecimientos a hacer un esfuerzo por abrir en domingos para mantener una aparente competencia. Una competencia que, sin embargo, resulta ineficiente y que “alarga las jornadas laborales y precariza el descanso de los trabajadores autónomos y sus familiares colaboradores”.
Hasta las grandes superficies comerciales, que apuran toda la normativa legal de aperturas, han disminuido su ocupación en un 3,4% en lo que va de año. Esto demuestra que, a más horas abiertos, los comercios no generan más empleos.
En cambio, los comercios denominados unilocalizados, aquellos regentados por trabajadores autónomos y familias, que evitan la apertura en festivos por el coste añadido que les genera, están manteniendo la ocupación con tan solo una disminución del 0,5% en lo que va de año.
En conclusión, UPTA considera que toda modificación legal en el comercio no produce más que incertidumbre, algo poco aconsejable en estos momentos de restricción de consumo y crisis de rentabilidad de los comercios pequeños. “Medidas como la anunciada por el Gobierno tan sólo benefician a algunas instalaciones comerciales concretas. No son de interés general”.
Fuente: Expansión 4-07-2012