La crisis ha cambiado el hábito de los consumidores españoles. Así se desprende del último informe de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex) que asegura que los compradores han concentrado las adquisiciones y ya el 35% de éstas se producen en periodo de rebajas.
Según la patronal del comercio textil, la crisis ha agudizado tendencias como la compra en outlets. Un tipo de establecimiento que hace diez años apenas era un destino de compra para la mayoría de los consumidores y que ahora copa hasta el 14,1% de cuota de mercado.
«La estrategia de bajada de precios funciona en época de crisis», reconoce Borja Oria, presidente de Acotex.
Sin embargo, no es fácil lograr atraer al consumidor con rebajas y lograr mantener márgenes, cuando los precios, según la asociación, son mucho menores que en el resto de Europa. «En España, la media de precios se sitúa un 15% por debajo del promedio europeo», asegura Oria. «Nos encontramos a la par que Portugal y Grecia».
«Desde el año 2000, el sector textil ha sido deflacionario, hasta en la época del boom, porque es muy competitivo», agrega.
Así, si en la actualidad abundan los descuentos y rebajas, se deben más a la necesidad de lograr liquidez, en un momento de graves restricciones financieras, que por el objetivo de hacer negocio. «En cuanto haces rebajas del 50%, estás vendiendo a precio de coste o, incluso, perdiendo dinero. El sector lo hace para poder afrontar los pagos, como salarios o alquiler del local, en un momento en el que los bancos no nos dan dinero», señala Borja Oria.
Turismo La única esperanza del comercio textil español parece encontrarse en las compras turísticas, que ya suponen el 40% del total de la facturación. Por nacionalidades, chinos, rusos, japoneses y brasileños son los que más se gastan en nuestro país, con una media de 807, 600, 596 y 511 euros, respectivamente.
Por eso, el presidente de Acotex califica de fantástico la concesión de los Juegos Olímpicos para Madrid 2020 así como la construcción del macrocomplejo de negocios y ocio del magnate Sheldon Adelson. «Sería fantástico porque vendría gente a la parte lúdica y luego harían turismo cultural y de compras», asegura Oria. «Pasaremos de destruir tiendas a construirlas allí. Además, la compra de ocio es algo no reflexivo, asociado a la parte lúdica», añade.
Expansión 23/05/2012
